Reflejo de paz de cielo envanecido,
en hado de sol sentí tus lazos de luz
que me arrancaron hacia el espejo
desde mi cruz de barro hipnotizado.
Pero mármol a mis pies
mi María disecada
de mujer, lloraba,
empuñándome las piernas
arrancándose los brazos,
me siguió abrazando
hasta donde le alcanzaron
las venas.
Verted de paz mi corazón
a mi cuerpo muerto
dentro del reflejo
en viejo tul
de vidrio enrarecido.
Dentro del espejo,
sin la muerte
sin la vida, sin el sol…
muerdo en mi alma
su recuerdo de dolor.
La paz sin ilusión
es la faz de los absurdos
que mi corazón se extinga
la paz no es linda
no existe la paz.